En el presente texto, los autores critican dos enfoques, estos son el funcionalista liberale y el funcionalista radicale.  El primero responde a una teoría que presenta a los medios como elementos independientes de las esferas de poder imperantes y que por ende, vendría a reflejar y representar la voz del pueblo, a través de sus gustos e intereses; por lo cual estarían (los medios de comunicación) subyugados al poder de la audiencia . El segundo, tal y como indica su nombre es mucho más rádical, y propone que los medios masivos de comunicación, a diferencia del enfoque anterior, se encuentran controlados por las esferas de poder y por ende, trabajarían en favor de sus propios intereses. Así pues, en este segundo enfoque no sería la audiencia la que "maneja a los medios", sino que todo lo contrario, los medios estarían subyugados a las audiencia, entregándoles a través de distintos prismas, preconcepciones de diversa índole: cómo vestirse, cómo actuar, cómo ser buen padre, cómo ser feliz, etc. 

De este modo, los autores proponen un medio que vendría a relativizar ambas posturas, estas son las fuerzas de arriba hacia abajo y las de la  base hacia arriba. La primera se refiere a fuerzas que provienen desde las estructuras de poder hacia la audiencia y que se evidencian, por ejemplo, en la censura publicitaria o en la restricción a la entrada del mercado. La segunda, hace refernecia al papel activo de sectores sociales, como estudiantes o sindicatos, los que presionan a las esferas de poder para hacer valer sus demandas. Un claro ejemplo de esto es el poder que tienen los consumidores, en tanto son ellos lo que definen, a través del rating que percibe un programa o la compra de un artículo, si ese producto sigue o no en venta (o al aire).  

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El postulado de Eric Macé podría resumirse en la siguiente cita: 

"[...] no es la televisión la que impone programas al público, sino su público popular el que impone la programación a través de los indicadores de audiencia y la complicidad que saben establecer con él los responsables de los organigramas y de las emisiones. No es el público el que se parece a la televisión, sino la televisión la que se parece a su público." (pág. 188) 

Así, el autor distingue entre dos tipos de TV: la paleotelevisión y la neotelevisión. La primera se corresponde con los primeros programas televisivos que estuvieron al aire, compliendo un rol más pedagógico y cultural, a través de diversos reportajes y documentales, cuya finalidad era educar a la audiencia con respecto a un determinado tema. Por ende, sus ambiciones pedagógicas y didácticas eran mucho más evidentes que las que se pueden observar hoy en día en la programación actual. La segunda se describe y caracteriza en oposición a la primera, conformándose como una televisión centrada en la forma por sobre el contenido, con una carga socio-afectiva mayor y que por objetivo tiene el de hiperestimular a su audiencia. La neotelevisión es más subjetiva que objetiva, ya que informar no es su propósito, sino que persigue entretener y por último ganar más televidentes y adeptos a su programación. 

Por último, Macé nos señala que la televisión se compondría de dos juegos: vidrieras y espejos, según sea el objetivo que persiga el programa o canal. El autor señala  que:

 "Todos los juegos no son idénticos. Existen dos tipos principales: aquellos en que los candidatos no se parecen al público de la emisión, y aquellos en que los candidatos se parecen a ese público." (pág. 192)

Asi pues, los primeros parecen ficciones, y se reconocen porque ha habido una previa selección para la elección de los participantes en el juego. En estos se reconocen por ejemplo, los reality show de famosos o los docu-reality del mismo estilo, y los realitys de talentos. Los segundos en cambio, juegan con la identificación de la audiencia, utilizando personas cuyos looks, vestimenta y personalidades, congenien con los de la audiencia, de modo que la identificación no se vea forzada. En estos juegos entran por ejemplo, los programas Quien quiere ser millonario, o los realitys con desconocidos, que buscan sacar a flote una nueva personalidad. 

Según el autor, de estos juegos dependerá el éxito o el fracaso del contenido del programa, el cual a su vez dependerá de las demandas de la audiencia, quienes a través del raiting y el audimat evaluarán si el programa sigue o no al aire.

La investigación del autor se encauza hacia la reflexión en torno a la ideología y los aparatos ideológicos de Estado. A través de una visión crítica fundamentada en una postura postestructuralista, Louis Althusser toma en cuenta el papel de la sociedad como reproductora de elementos ideológicos del Estado. El autor clasifica a los elementos reguladores y represores de una sociedad, a partir de dos niveles: el primero contiene a las instituciones gubernamentales como lo son el Gobierno o el Estado, el sistema de administración y la recaudación con sus respectivas formas de sancionar.  El segundo plano, es propio de las funciones formativas, donde es posible encontrar la religión, la educación formal en las escuelas, la familia y los gremios en artes y ciencias.

 A partir de lo anterior, ambos niveles, de acuerdo con el pensamiento de Althussar, cumple con el rol de espacios ideologizados. Sin embargo, lo realmente importante de esta definición surge al reflexionar en torno a las repercusiones que estos aparatos generan a niveles generacionales, y cómo la sociedad acepta y avala, dentro de su ignorancia, la reproducción del sistema dominante, permitiendo que las brechas de poder en la sociedad continúen ampliándose aún más a lo largo del tiempo. Sin embargo, esto no es todo ya que también se refiere a la reproducción de los medios y condiciones de producción, a la reproducción de la fuerza del trabajo y en un plano más general a la infraestructura y superestructura social.

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Dialéctica de la Ilustración, escrita en colaboración con Horkheimer, es una crítica a la razón instrumental, concepto fundamental de este último autor, o lo que es lo mismo, una crítica fundada en una interpretación pesimista de la Ilustración a la civilización técnica y a la cultura del sistema capitalista (que llama industria cultural), o de la sociedad de mercado, que no persigue otro fin que el progreso técnico. La actual civilización técnica, surgida del espíritu de la Ilustración y de su concepto de razón, no representa más que un dominio racional sobre la naturaleza, que implica paralelamente un dominio (irracional) sobre el hombre. Los diversos fenómenos de barbarie moderna (fascismo y nazismo) no serían sino muestras, y a la vez las peores manifestaciones, de esta actitud autoritaria de dominio.

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Este texto gira en torno a los roles que debiesen desempeñar los medios de comunicación en la sociadad actual y que según la autora serían cuatro: 

1. Social. 

2. Formar opinión. 

3. Ocupar el tiempo libre de las personas. 

4. Agentes educativos.

Dejando atrás las tres funciones mediáticas presentes en las sociedades tradcionales:

1. Informar.

2. Entrener. 

3. Formar.

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La autora otorga a los medios la tarea de mediatizar el conocimiento, puesto que le asigna el rol de representar y no de reflejar el mundo. Para eso, Morduchowicz declara que existen dos posiciones, por un lado está la proteccionista y por otro lado está la defensiva.

Asimismo, la autora propone  que los objetivos de una educación en medios debiesen ser: "[...] analizar la manera en que lo medios represetan la realidad y el modo en que la audiencis incorporan y resignifican los mensajes. (pág. 37) Para llevar a cabo este objetivo, la autora plantea cuatro enfoques: 

1. Defender a los niños de los efectos nocivos de los medios (enfoque proteccionista).

2. Analizar de motivaciones de los chicos para la elección de sus gustos mediáticos.

3. Analizar el lenguaje de los medios (enfoque semiológico).

4. Entender los medios y las relaciones sociales en un contexto histórico y político  específico ( enfoque crítico).

La autora también señala que una educación en medios debe abarcar todas las redes mediáticas que nos rodean y no restringirse a una sola, puesto que este estudio fragmentado traería consigo tres errores: 

1. Impide valorar la interacción entre distintos medios.

2. Impide el análisis en relación a los distintos medios. 

3. impide el análisis de las representaciones sociales. 

Por otro lado, Roxana Morduchowicz rescata tres formas de poder en los medios, frente a las cuales se debe estar preparado: 

1. Agenda setting.

2. Poder de definir (manera en la cual se habla y se hace refereencia a un tema)

3. Representación de la normalidad. 

Por último, la autora señala que se deben problematizar: 

1. Las representaciones sociales en los medios y sociedad.

2. Manera en la cual damos sentido al mundo.

3. El modo en que los textos construyen voces e historias. 

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El texto de Jesús Martín Barbero se configura en torno a tres autores. El primero de ellos es Margaret Mead, quien enuncia los tipos de cultura según la interación entre distintas generaciones (las generaciones de antes y las de ahora): 

Post figurativas: El futuro de los niños está por entero plasmando en el futuro de los abuelos, puesto que se tiene el covencimiento de que la forma de vivir y saber de los ancianos es inmutable e imperecedera.

Configurativa: Una cultura en la que el modelo de los comportamientos lo constituye la conducta de los contemporáneos.

Pre figurativa: Es una nueva cultura en la que los pares reemplazan a los padres, instaurando una ruptura generacional. 

El segundo autor en el cual se apoya Barbero es Joshua Meynowitz. Este autor define  la televisón de dos formas. Primero como un espacio de irrupción que reconfigura los roles al interior del hogar, y por otro lado como un nuevo espacio de legitimación del saber. Ambas definiciones no son excluyentes entre sí y más bien se complementan, generando una definición global de este medio. 

El tercer autor citado por Barbero es Martín Hopenhayn, quien señala que existirían tres códigos de modernidad:

  1. Formar recursos humanos, 

2. Construir ciudadanos.

3. Desarrollar sujetos autónomos. 

Todos estos conceptos se enmarcan en la idea de una educación en medios. 

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